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Gamba Blanca – Del Mar a Tu Mesa Disfruta de la delicada Gamba Blanca, fresca y seleccionada directamente de los mejores caladeros. Con su sabor suave y textura firme, es perfecta para celebraciones, recetas gourmet o cenas especiales. Garantizamos frescura y calidad premium en cada unidad.
La gamba blanca fresca es un tipo de marisco que se encuentra en las aguas del Atlántico y es especialmente apreciada en la cocina española. Es conocida por su carne tierna y sabrosa, así como por su color blanco translúcido. Se diferencia de otras gambas por su color y su sabor delicado.
La gamba blanca fresca se puede preparar de diversas maneras, ya sea cocida, a la parrilla, a la plancha, a la brasa o en platos de arroz como la famosa paella. También se utiliza en sopas, guisos y otras recetas de mariscos. Su sabor suave y textura tierna la hace ideal para maridar con ajo, aceite de oliva, perejil y otros condimentos mediterráneos.
Es importante destacar que la frescura de las gambas es clave para obtener el mejor sabor y textura. Por lo tanto, es recomendable comprarlas en mercados de pescado o establecimientos de confianza donde se garantice la calidad y frescura del producto. La gamba blanca fresca es un manjar apreciado por los amantes de los mariscos y se disfruta especialmente en las regiones costeras de España y en otros lugares donde se pueden encontrar productos frescos del mar.
Nuestra gamba blanca posee un sabor peculiar. Su consumo es muy variable, desde cocida y servida con un puñado de sal gorda por encima (el más habitual donde se aprecia su textura y sabor con mayor diferencia) hasta en ensaladillas, aliños, tortillas, arroces, guisos, sopas, rebozadas y fritas, pastas, etc.
Fao 27
CONGELADA. Cocida o sin cocer. Nuestra Gamba Blanca llega a tu domicilio conservando la cadena del frío en todo momento. Además del embalaje y precintado especialmente para este tipo de producto, nosotros solo realizamos envíos con transporte isotermo en frío para garantizar que la frescura y calidad del marisco no se altere en ningún momento.
Una vez que la gamba blanca llegue a tu domicilio, has de conservarlas en frío, siempre que las vayas a consumir en las 24/48 horas siguientes; de no ser así, es necesario congelarlas.
